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El término artritis es representativo de varios tipos de inflamaciones en las articulaciones. Por otro lado, el reumatismo es un término general utilizado para la mayoría de los dolores articulares. Las formas más comunes de la artritis son la osteoartritis y la artritis reumatoide.
La osteoartritis se manifiesta como lesiones crónicas y degenerativas relacionadas con el cartílago articular, causada por el envejecimiento prematuro de las articulaciones. La osteoartritis también puede ser causada por el desgaste de las articulaciones debido a el impacto constante, defectos de nacimiento, obesidad o un desequilibrio endocrino. Es muy común en personas de la tercera edad y se caracteriza por la aparición de brotes óseos cerca de las articulaciones.
La artritis reumatoide es una inflamación crónica que se manifiesta a través del deterioro gradual y la deformación de varias articulaciones. Puede afectar cualquier articulación, pero ataca principalmente las manos, las rodillas, los tobillos y los pies. Son estas pequeñas articulaciones de las extremidades, las mas sensibles a esta aflicción. Esta forma particular de artritis ocurre a menudo antes de la edad de 40 años.
Otro factor que influye en el desarrollo de la artritis es la falta o desequilibrio de los minerales involucrados en la síntesis y reparación de las articulaciones. Según algunos estudios, el 50% de los individuos que sufren de artritis reumatoide tienen deterioradas las membranas mucosas en el intestino delgado. Las reacciones autoinmunes y las inflamaciones relacionadas con la artritis parecen provenir de problemas intestinales. 40% de los individuos que sufren de artritis reumatoide no producen suficientes cantidades de ácido clorhídrico en el estómago. Debido a eso, las proteínas no se digieren correctamente y causan reacciones alérgicas. Los antiinflamatorios no esteroideos (Tylenol, Aspirina) pueden agravar esta condición al afectar la mucosa intestinal.
Consejos de salud:
- Mantener un peso normal, con el fin de no sobrecargar innecesariamente las articulaciones aumentando el desgaste del cartílago.
- Participar en ejercicios físicos moderados para lubricar las articulaciones y promover la movilidad.
El descanso, la luz (del sol) y la buena oxigenación son esenciales para asegurar una recuperación adecuada y mantener funciones celulares óptimas. - Consumir suplementos con colágeno para promover la regeneración del cartílago.
- La combinación de omega 3, condroitina y glucosamina ayuda a aliviar los dolores en las articulaciones.
- Si es necesario, desintoxicar el hígado regularmente para ayudar a eliminar los residuos ácidos acumulados.